EUROPA
PRESS
21 octubre
2020
Tratamientos
y recomendaciones contra las varices
Los síntomas asociados a las varices
provocan una disminución de la calidad de vida de los pacientes, ha señalado
Javier Rangel Gómes, flebólogo
y médico estético de Clínica FEMM, quien apuesta por su tratamiento y adoptar
medidas de prevención para que se retrase en la mayor medida posible su
aparición.
Ninguno de los tratamientos de varices es curativo, las
varices pueden seguir apareciendo a lo largo de la vida. "Lo que sí es
cierto es que estos procedimientos no aceleran la aparición de nuevas varices y
que las varices que ya se han fibrosado y han sido
degradadas por el cuerpo no se vuelven a abrir", señala.
El experto afirma que en España más de medio millón de
personas padece de varices, una insuficiencia venosa crónica cuya causa se
atribuye, en gran medida, a la debilidad en las paredes de las venas
superficiales. Para su desarrollo, explica que existe un componente genético
que puede predisponer la debilidad de la pared y la incompetencia valvular de
las venas y los capilares.
Esta debilidad dificulta el retorno de la sangre venosa de
las piernas al corazón, de manera que se acumula en las mismas, aumentando la
presión y generando pérdida de elasticidad en las venas. Así, las venas
afectadas se vuelven más anchas y tortuosas, "serpenteando" por
debajo de la piel para poder ajustarse al mismo espacio que ocupaban antes del
cambio. Permanecer mucho tiempo de pie, la obesidad, el género (es más
frecuentes en mujeres), los anticonceptivos orales, el avance de la edad, el
embarazo o el sedentarismo también contribuye a la aparición de varices en
personas con predisposición constitucional.
Entre otro síntomas se encuentran cambios en el aspecto de
la piel, pudiendo presentar modificaciones de coloración que nos indicaría
enfermedad venosa avanzada, o bien la piel tornarse seca y escamosa.
"También hemorragias por la ruptura de las venas varicosas; aparición de
úlceras varicosas en personas con la enfermedad varicosa crónica y no tratada,
las cuales pueden infectarse con facilidad. También pueden originar flebitis
(inflamación de la vena) o tromboflebitis (formación de trombos en varices
inflamadas) de las venas varicosas, que causan dolor localizado, entre
otras", asegura Javier Rangel.
Tratamientos y
recomendaciones
Para el doctor Rangel Gómes, entre
los tratamientos que existen para eliminar las varices y arañas vasculares, lo
recomendable es la escleroterapia por ser ambulatorio, de buena tolerancia, no
requerir anestesia ni realizar cortes en la piel. "El esclerosante se
inyecta directamente dentro del vaso, irrita el endotelio (células internas de
las venas) y provoca un espasmo que consigue que las paredes se fibrosen, eliminando por completo la variz", afirma.
Según este experto, en el caso de varices reticulares o de
mayor calibre, el tratamiento adecuado es la escleroterapia con microespuma. "Otros métodos para tratarlas son la crioesclerosis, el láser percutáneo, el pegamento endovascular y también existen diferentes técnicas
ablativas de radiofrecuencia, láser endovenoso y vapor de agua, tratamientos endovasculares pélvicos como la embolización
y angioplastia y stent", asevera.
Abordar el problema de las varices con la llegada de las
estaciones frías es conveniente, "pues dependiendo de la opción que el
paciente necesite puede requerir el uso de medias compresivas durante algunos
días o semanas después del tratamiento. Además, es conveniente que a la zona
tratada no le dé el sol directo en caso de que haya habido la formación de una
mancha cutánea secundaria al tratamiento, para evitar que la pigmentación de la
piel se acentúe y dure más tiempo en desaparecer", explica el doctor.
Rangel Gómes señala unas
recomendaciones para que, una vez tratadas las varices, se evite o retrase en
la mayor medida posible su aparición. Así, aconseja utilizar la media de
compresión e intentar mover las piernas tanto como sea posible para activar
"la bomba plantar" de los pies y la musculatura de la pantorrilla, si
se está mucho tiempo de pie.
Mientras, si se está mucho tiempo sentado, recomienda
levantarse y caminar un poco. Además, usar medias de compresión; finalizar las
duchas con agua fría durante 10 a 20 segundos desde los pies hasta las
rodillas; colocar los pies en alto y estar de 15 a 30 minutos en reposo en esa
posición, especialmente al final del día; hacer ejercicio cardiovascular entre
25 y 30 minutos diarios; practicar deportes de bajo impacto; mantener un buen
peso corporal; evitar las fuentes de calor, y, si el calzado lleva tacón,
intentar que el mismo no sea mayor de 5 centímetros.